Las actividades cotidianas como caminar, subir escaleras, levantar objetos, trotar o las actividades intelectuales como leer, recordar o realizar ejercicios mentales requieren de la energía de nuestro cuerpo. Un suministro adecuado de nutrientes proveniente de los alimentos es importante para asegurar buenos niveles de energía durante el día. Si bien la alimentación no es el único factor que influye en el rendimiento de las personas si es uno de los factores principales tanto así, que las personas que buscan un rendimiento muy alto deben cuidar mucho su alimentación.
La buena alimentación aumenta los niveles de energía y por lo tanto el rendimiento físico e intelectual. Gracias a ello se reduce el cansancio, el estrés, la ansiedad y en consecuencia se tiene bienestar. La alimentación puede mejorar los mecanismos de adaptación y de recuperación del cuerpo por lo que estará listo para las actividades de un nuevo día.
En el curso las y los participantes aprenderán el impacto que tiene la alimentación en el rendimiento físico e intelectual. Cómo es que la buena alimentación mejora capacidades físicas como resistencia, fuerza, potencia, agilidad e intelectuales como la concentración, memoria, retención de información, etc. Igualmente, los factores principales para tener los mejores niveles de energía y cómo modificarlos a su favor.
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Duración: 12 horas
Profesor
Ernesto Godoy Velásquez
Licenciado en Nutrición Humana con especialidad en nutrición deportiva. Diplomado en Nutrición y deporte de alto rendimiento por la Universidad de Morón, Argentina. Profesor del Instituto de Desarrollo e Investigación del Deporte IDDE. Actualmente nutricionista del servicio de salud de la PUCP.
